Tras permanecer ocultas por medio siglo, dos obras inéditas de Modigliani salen a subasta en París
La próxima subasta en París de dos cuadros inéditos de ...
La próxima subasta en París de dos cuadros inéditos de Amedeo Modigliani, valorados en hasta EUR 7 millones cada uno, provocó gran expectación en el mundo del arte.
Las obras, un retrato de Raymond Radiguet y un Buste d’Elvira, se mostraron al público por primera vez en más de cincuenta años. La exposición gratuita tuvo lugar del 17 al 23 de octubre de 2025, en el 83 de la rue du Faubourg Saint-Honoré, justo antes de su venta el 24 de octubre durante la Paris Art Week.
La subasta, organizada por Sotheby’s, supuso una rara oportunidad para coleccionistas y amantes del arte de contemplar y adquirir dos piezas excepcionales de Modigliani.
Ambas pinturas, fechadas entre 1915 y 1919, permanecieron en manos privadas durante décadas y su valor estimado osciló entre EUR 5,5 y EUR 7 millones. La exposición formó parte de la cita “Modernités”, que reunió obras clave del arte moderno y contemporáneo en París.
Retrato de Raymond Radiguet: simbolismo y procedenciaEl retrato de Raymond Radiguet, pintado en 1915, se distinguió por su gran carga simbólica e histórica. Radiguet, con apenas doce años cuando posó para Modigliani, aún no había iniciado su obra literaria, pero ya circulaba en el ambiente artístico de Montparnasse. Modigliani, influido por su etapa como escultor y el cubismo, utilizó líneas diagonales y planos facetados para componer el rostro del joven escritor, destacando su dominio del color mediante una paleta de ocres, marrones y azules.
Esta obra ilustró la teoría del “doble mirar” de Modigliani: “Con un ojo miras el mundo; con el otro, te miras a ti mismo”. Un ojo de Radiguet apareció abierto y el otro cerrado, lo que, en palabras de la casa de subastas, otorgó una “dimensión profética”, como si el destino del joven estuviera inscrito en su mirada. Esta asimetría aportó profundidad simbólica, aludiendo tanto a la apertura hacia el mundo como a la introspección, y convirtió el retrato en un reflejo del propio artista.
La historia del cuadro estuvo ligada a personalidades clave del arte moderno. Fue propiedad de Paul Guillaume, primer marchante de Modigliani, quien contribuyó decisivamente a la difusión de la obra del pintor tras ser presentado por Max Jacob en 1914.
Ambos, Modigliani y Guillaume, quedaron eximidos del servicio militar durante la Primera Guerra Mundial, lo que les permitió continuar su actividad artística y comercial. Se estimó que más de 150 pinturas de Modigliani pasaron por manos de Guillaume. El retrato de Radiguet permaneció en la misma colección europea desde 1950. Aunque fue publicado por primera vez en 1925 en la revista L’Amour de l’art, nunca salió antes a subasta y su última exposición pública fue en 1963 en la retrospectiva de la Tate de Londres.
Buste d’Elvira: misterio y luz mediterráneaEl Buste d’Elvira, realizado entre 1918 y 1919, fue una de las dos únicas representaciones de la modelo que aún se conservaron en colecciones privadas. De los cuatro retratos conocidos de Elvira, uno pertenece al Saint Louis Art Museum (Estados Unidos) y otro al Kunstmuseum de Berna (Suiza). Modigliani retrató a una joven trabajadora, identificada solo por su nombre de pila, fácilmente reconocible por su cabello oscuro y la blusa blanca bajo el pecho.
Los ojos almendrados de Elvira evocaron las máscaras y esculturas africanas, que influenciaron al artista. La obra se pintó durante la estancia de Modigliani en Cagnes-sur-Mer, en el sur de Francia, en una etapa marcada por el deterioro de su salud y limitaciones para encontrar modelos y materiales. Esto llevó al artista a probar nuevas técnicas y pigmentos, logrando captar la luz mediterránea con pinceladas más diluidas.
Elvira, descrita en su época como una “niña del pueblo” o una “muñeca viviente”, siguió rodeada de misterio, ya que apenas se conocieron detalles de su vida y su relación con el pintor. Su expresión, reservada y distante, reveló matices de personalidad más complejos que los de los desnudos parisinos previos.
Los rasgos faciales, precisos y definidos, contrastaron con la pincelada suelta en el cuerpo y los brazos, mientras que el fondo apenas estuvo sugerido. Este retrato fue propiedad, inicialmente, del poeta polaco Léopold Zborowski, marchante y amigo cercano de Modigliani desde 1916, quien organizó la única exposición individual del artista en vida.
Posteriormente, perteneció a Lunia Czechowska, modelo y amiga íntima, y desde los años setenta permaneció en la misma colección privada. Según Sotheby’s, fue la primera vez que un retrato de Elvira salió a subasta y no se exponía públicamente hacía más de cincuenta años.
Trayectoria y relevancia de los cuadrosLa trayectoria de estas obras refleja la importancia de sus anteriores propietarios en la historia del arte moderno. Paul Guillaume fue clave en el éxito de Modigliani y Léopold Zborowski constituye un apoyo insustituible en sus últimos años, mientras que la presencia de Lunia Czechowska en la procedencia del Buste d’Elvira adiciona un matiz personal. Estas conexiones realzan el valor histórico y cultural de las pinturas, más allá de su peso en el mercado actual.
La exposición de estos cuadros, tras más de medio siglo de ausencia, representa un hito para el público y para el sector artístico, que puede admirar dos piezas maestras de Modigliani en un entorno singular. La subasta en la Paris Art Week reafirma el papel de París como eje del arte moderno y brinda una oportunidad única para redescubrir la obra de uno de los grandes artistas del siglo XX.
La reunión de estas dos obras en un solo evento es para los organizadores una ocasión irrepetible, al unir la historia de figuras brillantes y fugaces del arte y la literatura en un mismo espacio y tiempo.