Santiago Amador, doctor en Educación: “Con esta técnica pasé del 5 al 10”
Estudiar puede convertirse en una tarea extenuante. Durante los periodos de exámenes o al preparar una oposición, saber cómo estudiar se vuelve una habilidad esencial para ...
Estudiar puede convertirse en una tarea extenuante. Durante los periodos de exámenes o al preparar una oposición, saber cómo estudiar se vuelve una habilidad esencial para optimizar el rendimiento académico y mejorar las calificaciones. Sin embargo, no siempre las técnicas empleadas son efectivas y, a pesar de dedicar largas horas al estudio, los resultados no mejoran o la información se olvida al día siguiente.
Ante esta situación, contar con métodos y hábitos de estudio eficaces se vuelve clave para que el esfuerzo realmente valga la pena. Santiago Amador (@Santiago_Amador_Ruiz), creador de contenido educativo, doctor en Educación y asesor en comunicación, suma más de un millón de seguidores en sus redes sociales, donde comparte consejos para mejorar el rendimiento académico y técnicas de estudio.
En uno de sus vídeos, Amador profundiza en una técnica de estudio y memorización con la que, asegura, es posible mejorar notablemente las calificaciones, “pasando de un 5-6 a un 9-10”. Según relata, tras aplicar este método durante su etapa académica, logró elevar significativamente todas sus notas.
Técnica de estudioEl método propuesto por Santiago Amador consiste, en primer lugar, en “elegir el tema y escribir el título en una hoja en blanco”. Este gesto, aparentemente simple, tiene como objetivo centrar la atención y delimitar claramente el contenido que se va a trabajar, activando desde el inicio la memoria y la concentración.
A continuación, Amador sugiere “estudiar el tema e intentar desarrollarlo en otra hoja en blanco”. Es decir, sin hacer trampas, por lo que no vale consultar el material de apoyo ni recurrir a apuntes. La idea es escribir únicamente lo que se recuerda, lo que obliga al cerebro a recuperar activamente la información y detectar de forma inmediata qué conceptos se han retenido y cuáles no. Este paso, aunque desafiante, es clave para fortalecer la memoria a largo plazo.
El tercer paso introduce un componente verbal y didáctico, que es “explicar el tema en voz alta como si estuvieses dando clase”. Esta estrategia, conocida también como el Efecto Protégé, se basa en la idea de que enseñar un contenido refuerza enormemente su comprensión. Al verbalizarlo, el estudiante no solo identifica posibles lagunas, sino que también trabaja la estructura lógica del discurso y la fluidez al comunicar ideas complejas.
El proceso se cierra con una revisión crítica. Amador dice “compara lo que acabas de decir con tu temario, de esta forma sabrás en qué puntos estás fallando”. Este contraste entre lo recordado y el contenido original permite corregir errores, reforzar conceptos mal aprendidos y consolidar aquellos que ya están bien asimilados.
“Repite estos pasos varias veces y serás capaz de memorizar cualquier tema, por difícil que sea”, subraya Amador. El método no se basa en fórmulas mágicas ni en atajos, sino en la práctica constante y en una estrategia de estudio activa, centrada en la producción, la repetición con sentido y la autoevaluación.
Mejorar el rendimiento académicoExisten diversas técnicas de estudio, aunque no todas resultan igual de eficaces para todo el mundo. Métodos pasivos como la relectura o el subrayado pueden dar una falsa sensación de aprendizaje y, en muchos casos, no favorecen la retención a largo plazo. En cambio, las técnicas activas, como el estudio en bloques cortos y espaciados, permiten que el cerebro procese mejor la información y consolide el conocimiento de forma más efectiva que las sesiones intensivas de última hora antes de un examen. Dividir el tiempo en bloques de 30 o 40 minutos, con pausas entre ellos, es una estrategia ampliamente recomendada.
Además, el éxito del estudio depende no solo del método, sino también de la motivación, la concentración y la capacidad de adaptación personal. Estudiar con distracciones, como la televisión, anula cualquier técnica por buena que sea. No existe un sistema universal, ya que cada persona debe probar distintas estrategias hasta encontrar la que mejor se adapte a su forma de aprender. Aunque a algunos les sirva la memorización, otros pueden beneficiarse de enfoques más visuales o esquemáticos. En general, se desaconseja estudiar únicamente de memoria, ya que favorece el recuerdo a corto plazo.