La felicidad que da la comida rebosa en las fotografías gastronómicas expuestas en Vitoria
Vitoria, 19 oct (EFE).- La felicidad que proporciona la comida rebosa en las 22 imágenes del "World food photography awards", el certamen de fotografía gastronómica más importante del mundo, qu...
Vitoria, 19 oct (EFE).- La felicidad que proporciona la comida rebosa en las 22 imágenes del "World food photography awards", el certamen de fotografía gastronómica más importante del mundo, que se pueden contemplar en Vitoria.
Creado hace 15 años en el Reino Unido, este año se han presentado al concurso más de diez mil imágenes de 70 países y una selección de 22 ha llegado a Vitoria.
Como dice el comisario de la exposición, Paco Valderrama, son imágenes que cuentan historias de cualquier parte del mundo y plasman momentos de esa felicidad que da una comida, pero también recogen el drama de la falta de alimentos.
Felicidad hay, desde luego, en la imagen ganadora absoluta del concurso este año, de Xiaoling Li (China), en la que cinco ancianas disfrutan de unos rollitos de primavera, en una localidad de Sichuan, mientras charlan y ríen animadamente, en un reflejo de la comida como vehículo de felicidad.
Estas reuniones informales de vecinas en la calle, tan habituales también en España, se conocen en China como "Formación de puerta del dragón".
Felicidad debería haber, pero no llega, en una fotografía en la que el novio en una boda mastica la rica tarta nupcial, mientras su nueva esposa limpia el cuchillo manchado de rojo con un trapo. "Me pregunto qué piensa el novio", dice la autora Lynne Kennedy de esta inquietante imagen.
También hay composiciones deslumbrantes, como un sensual zapato de aguja, que en realidad es un bizcocho chocolate, obra de Maison Onigiri (Japón), trampantojos como una hamburguesa de coloridos chuches, o un corazón de verdura, inspirado en Arcimboldo, que destila salud y nutrición.
Más triste es la fotografía de perros hacinados en una jaula en una calle de Vietnam, donde se cree que atormentar a los animales mejora su sabor. Es una imagen de Lawrence Worcester para la fundación Soi dog, que busca prohibir el comercio de carne de perro.
No podían faltar los bodegones, como una simulación de "La gran comilona" sobre una mesa en llamas, para captar la celebración de la vida y el amor por el picante, hecha sin photoshop y en una sola toma.
O el trampantojo de una yema rodeada por un cordel, dónde el cerebro ve un huevo frito.
Qué mejor para disfrutar de este certamen que Vitoria, donde como en el resto de Euskadi, el placer de la comida es una religión. Se puede ver en el palacio Montehermoso, junto a la exposición de World Press Photo, hasta el 16 de noviembre.