El futuro de la IA se negocia entre alianzas globales y rivalidades tecnológicas
El 25 de septiembre de 2024, la sede de las Naciones Unidas ac...
El 25 de septiembre de 2024, la sede de las Naciones Unidas acogió el lanzamiento del Diálogo Global sobre la Gobernanza de la Inteligencia Artificial (IA), iniciativa que pretende abrir un espacio anual para discutir el desarrollo seguro y equitativo de esta tecnología. El principal objetivo, según el Center for Strategic and International Studies (CSIS), consiste en crear un marco multilateral que permita a gobiernos y otros actores debatir sobre la interoperabilidad de los marcos regulatorios, la reducción de brechas de capacidades ―especialmente en países en desarrollo― y las implicaciones socioeconómicas de la IA.
La primera reunión tendrá lugar en 2026 durante la Cumbre Global de IA para el Bien, en Ginebra, donde cada país participará activamente en las discusiones. “Por primera vez, todos los países tendrán un asiento en la mesa de la IA”, afirmó el secretario general António Guterres.
El Diálogo Global sobre la Gobernanza de la IA nació tras un año de negociaciones y sugerencias de un panel asesor de alto nivel de la ONU, que propuso la creación de un comité científico internacional de IA, inspirado en modelos de evaluación de riesgos climáticos y nucleares. Luego de meses de trabajo, principalmente liderados por España y Costa Rica, la Asamblea General de la ONU aprobó en agosto una resolución que dio luz verde tanto al panel científico como al diálogo global, integrando ambas iniciativas en el Pacto Digital Global. Este esfuerzo busca complementar el trabajo de la OCDE, el G7 y otras instancias regionales, con el propósito de alinear reglas, disminuir barreras y estimular la innovación abierta y accesible.
El lanzamiento del diálogo recibió un respaldo mayoritario de la comunidad internacional, que enfatizó la importancia de la cooperación multilateral para disminuir la brecha digital entre el Norte y el Sur Global. La necesidad de cooperación y equidad en el desarrollo de la IA es uno de los puntos más destacados por los análisis internacionales recientes.
A pesar del consenso general, el CSIS subraya que Estados Unidos optó por no sumarse a la iniciativa. Durante un debate del Consejo de Seguridad de la ONU, el director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, Michael Kratsios, rechazó explícitamente cualquier iniciativa de gobernanza global centralizada de la IA y se mostró escéptico respecto a las regulaciones multilaterales y los pactos voluntarios. Este giro contrasta con posturas estadounidenses previas, donde Washington apoyaba principios multilaterales en foros como la OCDE, el G20 o la Alianza Global sobre IA.
El CSIS identifica que la actual postura de la administración Trump responde al temor de que una gobernanza internacional pueda dificultar la innovación y la difusión de los valores estadounidenses, considerados críticos en la competencia con China. El nuevo plan de acción estadounidense sobre IA, presentado en julio, alerta sobre la supuesta tendencia de los organismos internacionales a promover regulaciones onerosas y agendas culturales ajenas a los intereses del país. Asimismo, advierte sobre el incremento de la influencia del Partido Comunista Chino en estos foros. La estrategia estadounidense prioriza la difusión de su tecnología y estándares, buscando mantener la supremacía tecnológica y apoyar a sus socios para construir ecosistemas de IA propios sobre infraestructura americana. Kratsios calificó en la ONU como “fijación ideológica” el enfoque en riesgos existenciales, restando peso a las preocupaciones sobre equidad social y riesgos climáticos, a diferencia de otros países.
Mientras tanto, el sector privado, en especial las grandes tecnológicas estadounidenses, mantiene una presencia activa en este debate global. Microsoft y Meta participaron en las discusiones, a pesar de la ausencia oficial del gobierno estadounidense en el lanzamiento. Brad Smith, presidente de Microsoft, destacó la urgencia de reducir la brecha de capacidades entre países y la necesidad de inversión privada en infraestructura de IA. Meta defendió la colaboración público-privada y animó a seguir el modelo del plan de acción estadounidense respecto a la IA. El rol de las empresas tecnológicas estadounidenses suma legitimidad y apoya su influencia internacional, incluso sin el respaldo oficial de su gobierno.
El CSIS advierte que la ausencia estadounidense limita por ahora la relevancia decisiva del diálogo, pues la gobernanza global es difícil sin la participación del mayor poseedor de tecnología. Sin embargo, la retirada de Washington refuerza el vacío de liderazgo que China parece lista a ocupar, especialmente en espacios de la ONU vinculados con la IA y la tecnología. El protagonismo activo del Sur Global es otro de los rasgos distintivos actuales, con gobiernos que insisten en ejercer soberanía y en participar como socios activos, no meros destinatarios de normas. Esto abre nuevas preguntas sobre la tensión entre soberanía nacional y procesos liderados por expertos independientes, así como sobre la exclusión de los usos militares de la IA, que los Estados prefieren tratar en foros de seguridad especializados.
El sector privado, con especial énfasis en las grandes empresas tecnológicas estadounidenses, añade legitimidad e influencia extra al proceso. Su participación fomenta la confianza internacional en la IA y ayuda a cerrar la brecha digital, al tiempo que potencia iniciativas propias de “IA para el Bien” y genera oportunidades de negocio. No obstante, algunos gobiernos del Sur Global expresan inquietud por la posible concentración de poder en manos de estas corporaciones tecnológicas.
El CSIS concluye que el Diálogo Global sobre la Gobernanza de la IA tiene un valor simbólico predominante en el corto plazo, al reflejar la voluntad política de distribuir los beneficios de la IA de forma equitativa. El creciente papel del Sur Global y el liderazgo chino auguran una nueva etapa en las negociaciones internacionales, que continuará en próximas citas como la India AI Impact Summit. En última instancia, la composición del panel científico y la evolución del foro servirán para medir las tensiones de fondo en la gobernanza tecnológica y los cambios geopolíticos en torno a la inteligencia artificial.