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Alfredo Molina, veterinario, sobre tener una mascota en la etapa de crecimiento de tu hijo: “Se convertirá en una mejor persona”

La infancia es una de las etapas más importantes de la vida, ya que durante esos primeros años se forja gran parte del carácter y el ...

La infancia es una de las etapas más importantes de la vida, ya que durante esos primeros años se forja gran parte del carácter y el sistema de valores que acompañarán al individuo en su desarrollo. El entorno en el que un niño o una niña crece resulta determinante: un ambiente donde se prioricen valores como el respeto, la empatía y la responsabilidad permitirá que el menor los integre de manera más espontánea. En cambio, si se desarrolla en un contexto donde dichos valores no se fomentan, será más difícil que los incorpore plenamente.

Según diversos expertos en psicología infantil y comportamiento animal, existe un factor que puede potenciar notablemente la capacidad de empatía y responsabilidad en los niños: criarse junto a los animales. Contar con una mascota en el hogar no solo implica compañía, sino también una oportunidad de crecimiento emocional. Cuidar de un ser vivo, atender sus necesidades y comprender sus emociones fomenta en los menores la sensibilidad y la conexión con el mundo animal y natural que los rodea.

Así lo comunica el veterinario y divulgador de contenido animal en TikTok Alfredo Molinavet (@alfredomolinavet). En uno de sus vídeos más recientes, el especialista explica que existe algo “mágico” cuando un niño crece acompañado de un animal. Ese perro o gato no es únicamente un compañero de juegos, sino un auténtico “maestro silencioso”, capaz de transmitir enseñanzas que no se encuentran ni en los libros ni en la escuela.

Los valores del mundo animal

Cuidar, respetar, compartir y empatizar. Estos son, según Molinavet, los valores esenciales que los animales pueden enseñar a los niños. Además, convivir con una mascota ayuda al menor a comprender que no es el centro del mundo, evitando así el desarrollo de futuras conductas narcisistas. El simple hecho de convivir con otro ser vivo le enseña que todos tenemos necesidades y emociones que merecen ser escuchadas y atendidas. Con el paso del tiempo, esta experiencia contribuye a formar personas más sensibles.

No obstante, muchas familias —padres, madres y tutores— aún sienten cierta preocupación ante la idea de que un bebé o un niño pequeño conviva con un animal. Sin embargo, la evidencia demuestra que, siempre que el animal esté sano, vacunado y desparasitado, los riesgos son mínimos. Por el contrario, los beneficios son numerosos y profundamente significativos. “En cambio, lo que sí que es inmenso son los beneficios”, declara el experto.

Estos beneficios incluyen una mayor autoestima, menor nivel de estrés, mayor conexión con la naturaleza y el mundo animal, fortalecimiento del sistema inmunológico y, por supuesto, más habilidades sociales y emocionales. En otras palabras, compartir la vida cotidiana con un animal puede influir positivamente en el bienestar físico y psicológico del niño, contribuyendo a un desarrollo más equilibrado.

En conclusión, la convivencia con animales desde la infancia no solo es una práctica segura, siempre que se cumplan las medidas sanitarias e higiénicas adecuadas, sino que constituye un auténtico regalo y una experiencia vital intransferible. Este tipo de relación transforma para siempre la forma en que los menores se relacionan con el mundo, promoviendo adultos más empáticos.

El experto insiste en la importancia de integrar a los animales en la vida cotidiana de los niños, animando a las familias a abrirles las puertas de sus hogares. Criarse junto a un animal, asegura Molinavet, despierta lo mejor del ser humano.

Fuente: https://www.infobae.com/espana/2025/10/21/alfredo-molina-veterinario-sobre-tener-una-mascota-en-la-etapa-de-crecimiento-de-tu-hijo-se-convertira-en-una-mejor-persona/

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