Hoy en día, una sonrisa blanca y sana es muy valorada, pero lograrla no tiene por qué costar mucho dinero. Muchos remedios caseros usan ingredientes que se pueden encontrar en cualquier cocina para ayudar a blanquear los dientes sin complicaciones ni grandes gastos.
El bicarbonato de sodio es uno de los métodos más populares. Gracias a su textura, ayuda a limpiar manchas superficiales que el cepillo normal a veces no consigue. Otro truco común es el vinagre de manzana.
Su acidez puede ayudar a aclarar un poco los dientes, aunque solo si se usa de vez en cuando y con mucho cuidado para no dañar el esmalte.
Para quienes toman café, vino tinto o consumen alimentos con mucho color, cepillarse los dientes después de estas comidas ayuda a prevenir que los dientes se manchen. Un enjuague con agua tras cada comida también hace una gran diferencia a largo plazo.
Es importante tener cuidado al aplicar estos remedios. Frotar con fuerza o usarlos con demasiada frecuencia puede causar daños. La clave está en usarlos con suavidad y de manera ocasional.
Consejos para blanquear los dientesAdemás de estos trucos, existen opciones naturales como la fresa, que contiene una sustancia ácida que ayuda a quitar manchas leves si se frota sobre los dientes. Incluso la parte interna de la cáscara de plátano sirve para aportar minerales beneficiosos al esmalte dental si se pasa por la superficie de los dientes.
Evitar el tabaco y disminuir el consumo de bebidas o alimentos que tiñen los dientes también ayuda a mantenerlos blancos por más tiempo.
Por último, aunque estos métodos caseros pueden mejorar el aspecto de la sonrisa, no sustituyen al dentista. Es necesario mantener visitas regulares al especialista para cuidar la salud bucal de fondo. Con constancia y sentido común, es posible tener una sonrisa más blanca sin vaciar la cartera.
Otra recomendación útil es utilizar una pasta de dientes blanqueadora, disponible en supermercados a precios accesibles. Estas pastas pueden ayudar a potenciar el efecto de los métodos caseros y a mantener un color uniforme en los dientes.
Si se busca un resultado más notorio, se puede preguntar al dentista por productos de blanqueamiento que se aplican en casa bajo supervisión profesional. Son seguro y efectivos y permiten mejorar la apariencia dental sin gastar tanto como en los tratamientos de clínica.