Teresa Ulloa Ziáurriz, defensora de derechos humanos en México, ha muerto a los 75 años
En México, donde durante mucho tiempo ha prevalecido el machismo, Ulloa libró una lucha solitaria, a veces peligrosa, contra la prostitución y las redes organizadas de explotación sexual....
En México, donde durante mucho tiempo ha prevalecido el machismo, Ulloa libró una lucha solitaria, a veces peligrosa, contra la prostitución y las redes organizadas de explotación sexual.
Teresa Ulloa Ziáurriz, defensora de derechos humanos que luchó contra la trata de mujeres en México, elaboró leyes contra la explotación sexual y se infiltró para rescatar víctimas, murió el 28 de septiembre en Ciudad de México. Tenía 75 años.
Su muerte, ocurrida en casa de su hija, Graciela Colín, fue anunciada por la Coalición contra la Trata de Mujeres, de la que Ulloa era directora ejecutiva para América Latina y el Caribe. Su hija dijo que la causa era una enfermedad pulmonar.
En México, donde el machismo ha prevalecido durante mucho tiempo, Ulloa libró una lucha solitaria, a veces peligrosa y a menudo sin ayuda, contra la prostitución y las redes organizadas de explotación sexual. Formada como abogada, nunca obtuvo la licencia, pero los defensores de derechos dijeron que, no obstante, ejerció una gran influencia en la legislación mexicana destinada a reducir o eliminar la opresión de las mujeres.
Durante 30 años, a partir de la década de 1980, ayudó a redactar leyes en las legislaturas estatales y federal de México que "aumentaron el castigo por violación y cerraron lagunas jurídicas para los violadores", dijo la Coalición. Colaboró en la redacción de una ley de 2012 que aumentaba las penas por trata de personas y de una ley de 2007 que pretendía proteger a las mujeres de la violencia.
Fue representante legal de mujeres y niñas en más de 25.000 casos de violación y rescató a más de 650 mujeres y niñas de redes de trata, según The Harvard Kennedy School Journal of Hispanic Policy, que la entrevistó en 2011.
Ese año, la Kennedy School of Government de Harvard concedió a Ulloa el Premio Gleitsman a la Activista Internacional.
Las redes de tráfico sexual estaban cada vez más bajo el control de los cárteles de la droga, declaró Ulloa a la revista de Harvard.
Colín, su hija, dijo en una entrevista que las personas implicadas en este delito son muy poderosas y que, en ese trabajo tan peligroso que Ulloa realizaba, a menudo era amenazada y perseguida por ellas. Añadió que su madre llegó a recibir por teléfono amenazas de palizas y secuestro.
En 1994, Ulloa fundó la organización Defensoras Populares A.C. para defender los derechos de las mujeres. A través de ese grupo, llevó a cabo casi dos decenas de operaciones de rescate en burdeles de Ciudad de México.
A veces ella misma entraba en los burdeles de Ciudad de México para iniciar operaciones contra la trata. Colín recuerda que su madre se disfrazaba de monja, de prostituta, o de cualquier otra persona, para entrar en los burdeles y conversar con las mujeres que estaban siendo explotadas, y una vez que Ulloa tenía toda la información, podía ir con la policía, lo que para su hija la asemejaba a una agente de inteligencia.
Graciela Colín dijo que su madre realizó estas operaciones de rescate quizá 20 veces.
En la entrevista de la revista de Harvard, dijo Ulloa: "Nos enfrentamos al poder y a la violencia, al sexismo, al patriarcado y al síndrome falocéntrico. Los cuerpos de las mujeres y las niñas se reducen a mercancías, a objetos, a trofeos de guerra". Rechazó enérgicamente la idea de que la prostitución pudiera ser una elección, y calificó esa visión de "patriarcal".
En un homenaje a Ulloa, Dorchen Leidholdt, fundadora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, dijo que sus "contribuciones al movimiento para acabar con el tráfico sexual, la explotación sexual y el sistema de prostitución son demasiado numerosas para ser contadas".
Al igual que otros defensores de derechos humanos en México, Ulloa recibió una educación temprana en causas políticas y sociales durante el movimiento estudiantil de 1968, que culminó en una matanza aquel octubre, cuando las fuerzas gubernamentales abrieron fuego en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la capital, días antes de los Juegos Olímpicos. El gobierno mexicano afirmó que murieron 30 personas, pero los testigos dijeron que el número de muertos ascendía a cientos y que había muchos más heridos.
Ulloa empezó a trabajar como asesora jurídica de los sindicatos mexicanos a principios de la década de 1980. Un día, dijo en una entrevista en video para Harvard tras ganar el premio Gleitsman, un grupo de mujeres acudió a ella para pedirle ayuda: dos niñas --una de 12 años y otra de 3-- habían sido violadas en grupo. El sindicato asignó a Ulloa para que las ayudara.
"Aquello cambió mi vida para siempre. Empecé a trabajar contra la violencia sexual", dijo. Pero, añadió, aunque junto con otros defensores y abogados "cada día metíamos a más violadores en la cárcel, nos dimos cuenta de que no estábamos marcando la diferencia". Para abordar este problema, dijo, desarrolló un enfoque más "holístico" de la violencia sexual, que incluía iniciativas educativas dirigidas también a los hombres jóvenes.
Una de sus intervenciones más conocidas se produjo en 2014, después de que un periodista informara que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, expresidente del Partido Revolucionario Institucional (que en aquel entonces estaba en el poder) en Ciudad de México, dirigía una red de prostitución utilizando el dinero del partido. Ulloa ayudó a las víctimas mediante asesoramiento. Gutiérrez de la Torre, quien negó haber cometido delito alguno, no fue detenido hasta 2021 y sigue en prisión preventiva.
Lucía Lagunes Huerta, activista de derechos humanos en Ciudad de México, dijo que Ulloa ayudó a que la corrupción en el PRI saliera a la luz y a que también lo hiciera el abuso de poder.
Teresa Columba Ulloa Ziáurriz nació en Ciudad de México el 31 de diciembre de 1949, y fue la mayor de las dos hijas de Armando Ulloa, vendedor de seguros que más tarde dirigió una concesionaria de Chrysler, y Graciela Ziáurriz Hernández.
Ulloa estudió en el Colegio Francés Mayorazgo y en la preparatoria Pan-American Workshop de Ciudad de México, y se licenció en educación y relaciones humanas en el Instituto Nacional de Pedagogía en 1973. Posteriormente, se licenció en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1984, cuatro años después de fundar un colectivo jurídico de mujeres, Compañera, dedicado a ayudar a las víctimas de violencia sexual.
Además de su hija, a Ulloa le sobrevive su hermana, también llamada Graciela. Su marido, Leopoldo Colín, murió en 2023.
La prostitución nunca es gratuita, dijo Ulloa a la Revista de Política Hispana de la Harvard Kennedy School. "No puedes renunciar a tus derechos humanos: forman parte de ti", dijo, "aunque intentes renunciar a ellos. No eres libre de ser objeto de malos tratos, de tortura, de ser degradado como ser humano".
Adam Nossiter ha sido jefe de buró en Kabul, París, África Occidental y Nueva Orleans, y ahora es corresponsal nacional en la sección de Obituarios.