Osteopenia: el paso previo a la osteoporosis que no debes ignorar
Cuidar la salud de los huesos es fundamental para mantener una buena calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos. En el Perú, según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro S...
Cuidar la salud de los huesos es fundamental para mantener una buena calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos. En el Perú, según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), alrededor del 30 % de las mujeres mayores de 50 años y el 20 % de los hombres presentan pérdida de densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas y discapacidad. Estas cifras reflejan la necesidad de fomentar la prevención y el diagnóstico temprano de las enfermedades óseas, entre ellas la osteoporosis, considerada una de las principales causas de fracturas en adultos mayores.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto, existe una etapa silenciosa que muchas veces pasa desapercibida: la osteopenia. Se trata de una disminución moderada de la masa ósea que, si no se controla a tiempo, puede evolucionar hacia osteoporosis. Reconocerla y actuar de manera preventiva puede marcar la diferencia entre tener huesos fuertes o sufrir fragilidad ósea en el futuro.
La osteopeniaLa osteopenia es una condición en la que los huesos comienzan a perder densidad mineral, pero todavía no alcanzan el nivel de fragilidad que caracteriza a la osteoporosis. Es, en otras palabras, una señal de advertencia del cuerpo de que los huesos están debilitándose.
Esta pérdida ósea ocurre de manera gradual, sobre todo a partir de los 40 o 50 años, cuando la producción de colágeno y calcio disminuye. En las mujeres, la menopausia es un factor determinante, ya que la reducción de estrógenos acelera el deterioro del tejido óseo. No obstante, los hombres también pueden desarrollarla, especialmente si tienen bajos niveles de testosterona, deficiencia de vitamina D, sedentarismo o consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:
Dieta pobre en calcio y proteínas.Falta de exposición solar, necesaria para sintetizar vitamina D.Uso prolongado de corticoides.Antecedentes familiares de osteoporosis.Enfermedades endocrinas o digestivas que afectan la absorción de nutrientes.Aunque la osteopenia no causa dolor ni síntomas visibles, su detección temprana permite adoptar medidas eficaces para detener la pérdida ósea y prevenir fracturas futuras.
Síntomas de la osteopeniaUna de las principales dificultades de la osteopenia es que no presenta síntomas evidentes. Muchas personas descubren que tienen pérdida ósea únicamente cuando se realizan una densitometría ósea, el examen médico que mide la densidad mineral de los huesos.
Aun así, hay algunas señales que pueden indicar un debilitamiento progresivo del sistema óseo:
Dolor leve y persistente en la espalda baja o las caderas.Reducción de la estatura con el paso del tiempo.Postura encorvada o sensación de rigidez en la columna.Fracturas por caídas leves o golpes menores.Si bien estos signos también pueden estar presentes en la osteoporosis, su aparición en personas de mediana edad debe ser motivo de evaluación médica. Detectar la osteopenia a tiempo permite iniciar tratamientos preventivos que pueden evitar o retrasar la progresión hacia la osteoporosis.
¿Qué hacer en caso de osteopenia?Si un examen médico confirma que tienes osteopenia, el siguiente paso es adoptar cambios en el estilo de vida y medidas médicas que ayuden a fortalecer los huesos. Los especialistas de EsSalud y el Minsa recomiendan un enfoque integral que combine alimentación, ejercicio y control médico.
Mejora tu alimentación: incluye alimentos ricos en calcio, como lácteos bajos en grasa, sardinas, brócoli, almendras y tofu. La vitamina D es clave para absorber el calcio, por lo que se recomienda exponerse al sol de manera segura al menos 15 minutos al día o, si es necesario, tomar suplementos indicados por el médico.Realiza actividad física regular: el ejercicio de resistencia o carga (caminar, subir escaleras, bailar, hacer pesas ligeras o yoga) ayuda a fortalecer los huesos y mejorar el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.Evita hábitos perjudiciales: reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y limitar la cafeína son medidas que contribuyen a preservar la densidad ósea.Control médico periódico: es importante realizar una densitometría ósea cada dos años o según indicación médica, especialmente en mujeres posmenopáusicas y personas mayores de 50 años. En algunos casos, el médico puede indicar medicamentos específicos que estimulan la formación ósea o evitan la pérdida de calcio.