Mia Goth habló sobre sus inicios en la industria: “Vi la actuación como una vía de escape de la situación en la que me encontraba
“Vi la actuación como una vía de escape de la situación en la que me encontraba. Eso fue lo que realmente me impulsó a trabajar tan duro. Era mi motor”, reconoció ...
“Vi la actuación como una vía de escape de la situación en la que me encontraba. Eso fue lo que realmente me impulsó a trabajar tan duro. Era mi motor”, reconoció Mia Goth al reflexionar sobre su vida y carrera, durante una entrevista exclusiva con ELLE.
La fuerza y honestidad de la actriz británica resumen su historia: una adolescente errante y de carácter difícil, transformada en motor creativo y en una de las trayectorias más singulares del cine contemporáneo.
Infancia de mudanzas e imaginaciónNacida en Londres en 1993, de madre brasileña y padre canadiense, la vida temprana de Mia Goth estuvo marcada por la inestabilidad. La actriz pasó sus primeros años entre mudanzas constantes y una búsqueda permanente de pertenencia.
Viajó con su madre, la actriz María Gladys, a Brasil cuando era bebé y desde entonces experimentó el escenario del rodaje como parte natural de su niñez. Esa familiaridad con el mundo actoral despertó en ella el deseo de ser actriz desde pequeña.
La familia regresó a Londres cuando tenía cinco años, para poco después instalarse en Nueva Escocia (Canadá), donde su padre trabajaba como conductor de camiones de hielo. Sin embargo, la estabilidad nunca fue un hecho; durante un solo curso académico, asistió a siete escuelas distintas, lo que la obligó a reinventarse e inventar historias sobre sus orígenes.
En diálogo con ELLE, recordó ese periodo como uno de escasez y desarraigo. “Íbamos de un lugar a otro, pero nada era realmente nuestro y nada era permanente. Anhelaba desesperadamente un hogar”, confesó.
Esa carencia la llevó a refugiarse en mundos imaginarios, práctica que más tarde se convertiría en una herramienta fundamental para su carrera como actriz. A los 12 años, madre e hija se establecieron en Londres definitivamente.
Reina del terror: éxito y consolidaciónLuego de iniciarse con el modelaje y papeles alternativos en su adolescencia, el gran giro artístico se produjo en 2022, gracias a la trilogía de terror dirigida por Ti West: X, Pearl y MaXXXine, todas producidas por A24.
Estos filmes transformaron su reputación, consagrándola como actriz capaz de mutar radicalmente en pantalla. En cambio, ella se muestra reservada, con un aire casi infantil, muy diferente a los inquietantes personajes que interpretó.
Para Ti West, el éxito de la intérprete era cuestión de tiempo. “Todo tenía sentido. Cualquier cosa que yo pudiera haber hecho para dar a conocer su talento está bien, pero eso iba a suceder con o sin mí”, planteó. Su talento atrapó, además, a figuras como Guillermo del Toro.
El director mexicano, al verla en Pearl, exclamó: “Lo que hacía en esa película era increíblemente difícil. Pensé: ‘Dios mío, acaba de hacer un salto mortal cuádruple sobre una fosa de fuego’”. Convencido de su capacidad camaleónica, Del Toro la eligió para dos papeles en su próxima adaptación de Frankenstein.
Filosofía y límites sanos en HollywoodA pesar del reconocimiento y de su ascenso en producciones internacionales, mantiene una relación cautelosa con la fama. “Me dio mucha fuerza. Me ayudó a confiar en mí misma, a tener menos miedo del mundo. Es empoderador tener la oportunidad de trabajar a este nivel”, afirmó Goth sobre los grandes rodajes.
Sin embargo, dejó claro que el impulso de su carrera fue siempre el deseo de superar una infancia sin certezas. A propósito de esto, relató: “No había un plan B. Tenía que hacer lo que fuera necesario para que la escena saliera bien, para asegurarme de ser lo suficientemente buena como actriz”.
Mantiene una protección férrea sobre su vida personal. Entiende que la desconexión del trabajo es esencial, especialmente con una hija y confesó: “No soy el tipo de actriz que no puede desconectarse al final del día. Con una hija, eso simplemente no es realista”.
Lejos de las redes sociales y comentarios online, sostuvo: “Tengo la piel bastante dura en ese sentido. Tengo una buena vida. Soy feliz. Así que cosas como esas no me afectan”.
Maternidad con valor a la privacidadLa llegada de su hija Isabel, fruto de su relación con el actor Shia LaBeouf, marcó un nuevo capítulo. Residente de Pasadena (California), desde 2021, Goth valora la privacidad y el anonimato, aunque extraña Londres y el sentido de hogar que asocia a su ciudad natal. “Más que nada, diría que mi hija es mi hogar”, explicó.
También protege con celo el bienestar de Isabel y evita dar detalles sobre su vida privada. Su objetivo es ofrecerle una constancia que ella nunca tuvo en su infancia. Ante esto, comentó: “Espero ser algo constante para ella, que pase lo que pase, siempre pueda volver a mí”.
Consultada sobre polémicas recientes, como la demanda presentada en 2024 por un actor secundario de MaXXXine, prefiere guardar distancia: “No puedo hablar de eso en este momento, pero creo que si alguien hiciera una búsqueda simple, vería cuáles son los hechos. Pueden sacar sus propias conclusiones. Es un proceso en curso”.
Nuevos retos y proyectos internacionalesEl presente profesional de la artista está marcado por una agenda internacional. Este año comparte pantalla con Oscar Isaac y Jacob Elordi en Frankenstein bajo la dirección de Guillermo del Toro, y terminó el rodaje de la adaptación de “La Odisea” de Christopher Nolan, prevista para 2026.
Además, se incorpora a “Star Wars: Starfighter” de Shawn Levy, donde trabajará con figuras como Ryan Gosling y Matt Smith. Sumado a esto, mantiene su colaboración con Marvel Studios en el reinicio de Blade.
La maternidad también se unió a sus retos profesionales. Durante el rodaje de Frankenstein, viajó acompañada de Isabel. “No diría que no podría haber hecho este trabajo si no fuera madre. Pero creo que convertirme en madre influyó en muchas de mis decisiones y enriqueció el proceso”, reconoció.
Debido a esto, la mayor aspiración de Mia Goth es asegurar que su hija tenga el refugio y la estabilidad que ella nunca sintió en su infancia, aplicando la misma filosofía de convicción, que caracteriza sus preferencias interpretativas.