
Las distribuidoras ajustaron precios para “acomodarse” a la inflación acumulada
A una semana de la liberación del cepo, a las exp...
A una semana de la liberación del cepo, a las expectativas de cómo se comportará la divisa internacional, distribuidoras de alimentos y productos de supermercados aprovecharon para “actualizar” los precios a valores que, aseguran, están ahora nivelados con la inflación acumulada durante el año.
Carlos María Beigbeder, empresario del rubro de comercio, explicó a PRIMERA EDICIÓN de cuánto fueron los incrementos y en qué productos específicamente. “No hubo movimientos de precios desde enero, entonces si te comiste todos los meses más de dos puntos de inflación y termina impactando entre abril y mayo diez puntos, no es loco, no es loco para nada”.
Según Beigbeder, los incrementos se mantuvieron en lo que sería la banda superior de lo que podría aumentar el dólar, con aumentos que oscilaron entre un 5% y un 10%, afectando principalmente productos como aceites y mayonesas, mientras que marcas de limpieza y cuidado personal registraron retrocesos parciales tras las subas iniciales.
El empresario señaló que marcas internacionales como Unilever y Procter & Gamble aplicaron aumentos que luego fueron parcialmente revertidos. “Molinos también subió y bajó y después ha habido algunas cerealeras que están ahí en el camino, quedaron con algo para abajo, o sea, subieron diez y después bajaron cinco”, detalló Beigbeder.
Por su parte, Nelson Lukowski, empresario supermercadista, señaló que las subas promedio rondaron el 5% en algunos productos antes del levantamiento del cepo cambiario, pero listas de precios de multinacionales de limpieza, papeleras y aceiteras fueron anuladas recientemente, salvo en el caso de las aceiteras, que aún no comunicaron cambios.
Ventas estancadas
El panorama de ventas en el comercio local no es el mejor, según expresó Beigbeder. “Las ventas están malas desde hace mucho tiempo. No es que caen, en verdad no se levantan, están acostadas”. Esta falta de recuperación llevó a las distribuidoras a recurrir a promociones, incluso a costa de perder rentabilidad. Sin embargo, estas estrategias no han sido suficientes.
“Por más que yo te ofrezco hoy 5 televisores a mil pesos, vos te vas a comprar los 5. Pero llega un momento que se te acabaron las paredes para poner los televisores”, ilustró Beigbeder, destacando que la crisis no es solo de precios, sino de poder adquisitivo. “Cuando no te da el bolsillo, no te da el bolsillo”.
Lukowski coincidió en que las ventas, como las de Semana Santa, fueron “tranquilas” y subrayó el rol del consumidor como regulador de precios. “El consumidor será el actor en no comprar productos que suban y los comerciantes en no remarcar e incluso resignar márgenes de comercialización por un tiempo”. Para el empresario, el próximo trimestre será clave para evaluar el impacto de las especulaciones de precios.
Segundas marcas
La crisis económica está modificando los patrones de consumo en los clientes. Beigbeder destacó que, en contextos como el actual, las segundas marcas ganan terreno. “Hoy Manaos está que explota, porque la gente quisiera comprar Coca Cola, pero no le da el bolsillo”.
Este fenómeno, según el empresario, es recurrente en períodos de crisis. “Cuando tenés crisis, las segundas marcas son las que más se benefician”. Las primeras marcas, en cambio, enfrentan una caída en la demanda, lo que refleja la búsqueda de alternativas más accesibles por parte de los consumidores.
Perspectivas
Ambos empresarios coincidieron en que el panorama inmediato no anticipa grandes cambios. Beigbeder afirmó: “Lo que se viene, va a estar todo tranquilo, no se va a sobresaltar nada, sigue habiendo poca venta, entonces está muy tranquilo y no amerita que haya aumentos”.
Lukowski, por su parte, proyectó un período de prueba de al menos tres meses para observar cómo evolucionan las dinámicas de precios y consumo en un contexto de incertidumbre económica.
Marcha atrás
La “advertencia” del ministro de Economía, Luis Caputo, a través de su cuenta de X en contra de los incrementos que habían anunciado los fabricantes luego del lanzamiento de la llamada Fase III del programa económico frenaron el impulso inicial de las empresas, que terminaron por retirar las nuevas listas y mantener las que se encontraban vigentes antes del fin del cepo cambiario y el debut de la banda de flotación del dólar.
Si bien, durante el feriado de Pascuas, fabricantes y dueños de los principales híper del país habían pactado reuniones para reducir las subas que, en algunos productos habían alcanzado el 12%, todo parece haber quedado en la nada.
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