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Hondo pesar por el fallecimiento del veterinario Francisco Javier Hammerle

Minutos antes de la medianoche del martes sobre la avenida Francisco de Haro, casi en la intersección con la avenida Maipú, un vehículo Volkswagen Taos gris despistó y colisionó contra un post...

Minutos antes de la medianoche del martes sobre la avenida Francisco de Haro, casi en la intersección con la avenida Maipú, un vehículo Volkswagen Taos gris despistó y colisionó contra un poste de luz. Cuando llegaron al lugar efectivos policiales y personal de salud, constataron que el conductor, identificado como Francisco Javier Hammerle, de 78 años, ya no presentaba signos vitales.

La víctima era un reconocido veterinario posadeño y su partida dejó consternados tanto a sus colegas como a las personas que llevaban sus mascotas a que el vete Francisco las atienda.

Francisco y una entrevista con PRIMERA EDICIÓN hace diez años

El 29 de abril de 2015  PRIMERA EDICIÓN, en el Día del Animal, decidió contar algunas de las anécdotas de la familia de veterinarios Hammerle: Francisco y su hijo, Javier, de tradición en cuidados de animales.

Francisco relató que se recibió de médico veterinario en 1972  y confesó que nunca pensó en ser veterinario.

Yo iba a estudiar para ser dentista pero salí mal en el examen de ingreso. Entonces me fui a estudiar veterinaria. Cuando llegué me emocioné; vi las camillas y los equipos. Me sentí identificado con la profesión y desde ese día empecé a estudiar la carrera con una vocación de servicio hacia los animales. Hasta hoy estoy al pie del cañón, con 43 años de profesión”., contaba a PRIMERA EDICIÓN hace diez años.

En 1973 la profesión lo llevó a trabajar en la Brigada de Canes de la Policía de Misiones, donde se retiró con el grado de comisario general. Allí adiestró y cuidó a los perros policías durante años. Pero entre sus anécdotas hay una que permanece intacta: la historia del perro que fue apuñalado por un ladrón. 

 

“Ocurrió en un procedimiento. Yo estaba en casa cuando recibí el llamado”, recordó el profesional. Y siguió: “Fue de urgencia, porque lo habían apuñalado. Cuando llegué lo encontré agonizando, ya no había nada que hacer. Me dio mucha pena y bronca, a ese perro lo criamos de cachorro y lo adiestramos”. Lo más impactante fue cuando revisaron al perro. Al abrirle la boca, hallaron el documento de identidad del delincuente. Y con esos datos, en cuestión de horas, dieron con el ratero.

Desde pequeño “Cuando me recibí no prefería los gatos”, explicó Francisco y se disculpó: “Al comienzo trabajaba con grandes animales. Después con pequeñas y medianas especies. Pero atender gatos me costaba. Fue mi hijo, Javier, quien me enseñó a quererlos. Son una raza especial, independientes e intuitivos”.

 “Gracias a Dios mi hijo siguió la carrera de veterinario. Él tiene una gran vocación por la profesión, en él no se escucha la palabra ‘eutanasia’, porque siempre explica ‘mientras haya vida hay posibilidades’. Ahora lo acompaño en la veterinaria y por él sigo acá”, contó hace diez años Francisco haciendo alusión a su hijo Javier.

 La pekinesa que no se fue

Una mañana un paciente ingresó a la veterinaria. Era una pekinesa que necesitaba una intervención de urgencia. “Tenía que operarla y en un momento me doy cuenta que la perdí. Entonces, le hice todas las respiraciones habidas y por haber”, contó Francisco.

Y explicó: “Nosotros también practicamos la respiración boca a boca, pero no había caso”. En ese momento, se acercó su esposa y al verlo preocupado intentó tranquilizarlo “ella me consolaba porque sabía que se me murió mi paciente, y yo no sé porqué motivo me concentré. La miraba a la pekinesa y decía ‘no te me podés morir’. De repente comenzó a respirar. Había entrado en un paro largo y severo, pero se despertó y se salvó”.

 

La entrada Hondo pesar por el fallecimiento del veterinario Francisco Javier Hammerle se publicó primero en Primera Edición.

Fuente: https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100994038/hondo-pesar-por-el-fallecimiento-del-veterinario-francisco-javier-hammerle/

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