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“No podemos acostumbrarnos jamás a una herida tan dolorosa como la pobreza”

Recientemente el Papa Francisco designó como nuevo arzobispo de Buenos Aires a Jorge Ignacio García Cuerva, un religioso estrechamente ligado a las problemáticas sociales y asis...

Recientemente el Papa Francisco designó como nuevo arzobispo de Buenos Aires a Jorge Ignacio García Cuerva, un religioso estrechamente ligado a las problemáticas sociales y asistiendo con acciones concretas a los más desfavorecidos.

Llamado también como “cura villero” por su labor como sacerdote en la villa La Cava (Buenos Aires), sigue los lineamientos de la Iglesia propuesta por Jorge Bergoglio desde su pontificado que se encuentra del lado de los pobres.

El padre Alberto Barros, actual párroco de la parroquia Santa Catalina de Posadas y vicepresidente de Cáritas Diocesana, lo conoció en una oportunidad hace ya varios años cuando acudió a verlo con la inquietud de absorber consejos que lo ayuden a delinear acciones para combatir el drama de las adicciones y el consumo problemático en la tierra colorada. Barros, al igual que García Cuerva, es un crítico de las desigualdades sociales.

En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Barros contó que ambos salieron del mismo seminario, el de la diócesis de San Isidro en la zona norte del Gran Buenos Aires, pero no se conocieron en ese espacio por la diferencia de edad entre ambos.

“Cuando fui a Buenos Aires estuve un día en su parroquia, en Santa Clara de Asís, en el Talar de Pacheco. Tuvimos una jornada muy linda, recorrimos varios sectores de su parroquia, proyectos que tenía, que ya los había iniciado en su parroquia anterior que fue Nuestra Señora de La Cava, que es una villa muy grande de la Diócesis de San Isidro”, sostuvo el párroco.

Por ese encuentro, Barros lo describió: “Lo vi como un cura de una profunda fe, un hombre muy de Dios y con la claridad de que tener fe en Jesús implicaba ocuparse en primer lugar de los últimos”.

Recordó que el trabajo que hacía García Cuerva y su comunidad religiosa, permitía a los adictos valorarse personalmente y redescubrir su dignidad.

“Siempre tuvo ese perfil de lo que el Papa diría ‘la dimensión social del Evangelio’, no se puede entender el mensaje de Jesús sin un compromiso real con el mundo de los sufrientes, del dolor. Jorge lo tiene más que claro y tienen una gran vocación y carisma para estar en el mundo de los que sufren”, dijo Barros.

Fue muy crítico del Gobierno durante la pandemia…

Fui siguiendo cuando lo nombraron obispo auxiliar en Lomas de Zamora, después en Río Gallegos, vi que continuaba con ese perfil de cercanía con los últimos y un perfil muy profético al estilo de Jesús, que significa denunciar aquello que produce injusticias y acompañar a los que son víctimas de injusticias.

Esto es bueno aclararlo porque en la Argentina, como estamos tan ideologizados y con tantas grietas políticas, a veces quieren encasillar a un cura en cuestiones partidarias. No se entiende que en realidad no son opciones partidarias, son opciones del Evangelio, opciones a partir de la fe indistintamente de quién puede ser Gobierno, de quién puede estar a cargo de una función pública. Si algo está mal seguramente Jorge lo va a marcar.

El arzobispo saliente, Mario Poli, en el Tedeum del 25 de Mayo, también habló de la pobreza y la niñez…

Lo de Poli también fue una reflexión profética, él como pastor hizo también una denuncia. Tenemos una situación de pobreza muy grave en la Argentina que se ha acrecentado en los últimos años: seis de cada diez chicos está en situación de pobreza, la mitad de esos seis tienen problemas de alimentación grave, eso implica problemas educativos que terminan haciendo que muchos chicos abandonen el sistema escolar. Eso también va a generar después problemas de inclusión laboral.

La pobreza implica un deterioro de la persona muy grande, entonces me pareció muy bien que el arzobispo llame la atención sobre un tema sobre el cual no podemos acostumbrarnos, porque pareciera que en la Argentina como que nos vamos acostumbrando a que esto es normal, que haya tanta pobreza, que la mitad de los argentinos está en situación de pobreza, que la mayoría de los menores de 17 años estén en situación de pobreza.

No podemos acostumbrarnos jamás a una herida tan dolorosa como la pobreza. Me pareció muy bien la reflexión del cardenal Poli y llamando a la clase política a dejar de lado confrontaciones estériles y a trabajar juntos por solucionar los problemas del país.

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Fuente: https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100706799/no-podemos-acostumbrarnos-jamas-a-una-herida-tan-dolorosa-como-la-pobreza/

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