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¿Otra moneda?: Dólar, real o peso, ¿hacia dónde va el próximo Gobierno?

Estamos ante un momento de “click” en la historia monetaria de nuestro país. Las cuentas fiscales no cierran y el Gobierno continúa aumentando la cantidad de dinero en la economía en un mome...

Estamos ante un momento de “click” en la historia monetaria de nuestro país. Las cuentas fiscales no cierran y el Gobierno continúa aumentando la cantidad de dinero en la economía en un momento donde ésta se contrae y la demanda del dinero cae.

Los argentinos que tienen pesos en el bolsillo experimentan una caída feroz del poder adquisitivo de nuestra moneda por aumento de la oferta monetaria.

Mientras se debate sobre la “dolarización” o no, o si converger con el “real”; el peso argentino no para de perder valor y no hay medida que atenúe su destrucción.

En los últimos 12 años, la situación fue agravándose año tras año acumulándose una inflación del 7.124%. Pasamos de fuertes devaluaciones del peso frente al dólar y luego a fuertes retrasos intentando estabilizar el tipo de cambio sin un plan de fondo para que el peso no pierda valor.

El resultado es que el salario mínimo vital y móvil argentino es el anteúltimo más bajo de América Latina. Pasó de US$ 484 en 2011 a US$ 173 en 2023.

El PBI per cápita de los argentinos en dólares se ha mantenido falsamente constante en los últimos 12 años. Si el PBI del 2023 lo medimos al dólar paralelo, que es al que se mueve nuestra economía, su valor es aún más bajo de US$ 6.201. En 2011 era de alrededor de 9.200 dólares per cápita.

Esta es la gravedad de la crisis monetaria actual. Los precios de la economía se cursan al dólar paralelo, y no hay dólares al tipo de cambio oficial por lo cual el PBI medido en pesos de nuestro país, distribuido a su valor por persona convertido al dólar paralelo, nos deja con uno de los guarismos más bajos de la región.

Los candidatos de los distintos partidos políticos arriesgan alternativas para salir de esta situación.

Proponen desde un plan integral donde se pueda revalorizar la moneda nacional, e ir recalibrando todos los pesos que se encuentran en la economía, hasta, en el caso de “La Libertad Avanza” de Javier Milei, la “dolarización”.

En el caso de Patricia Bullrich no vería mal una economía bimonetaria donde circulen el peso y el dólar.

Es decir, donde habría como moneda de curso legal más de una y adoptaríamos una serie de reglas fiscales, monetarias y cambiarias que cambiarían, según su visión, rápidamente el panorama económico de deterioro del valor del peso sostenido en el tiempo.

Se estima que hoy circulan aproximadamente unos $5.5 billones, esto es $5.500 por cada dólar.

Dolarización

La teoría económica explica que hay dos tipos de dolarización: la Parcial y la Real. En la primera el dólar adoptaría al menos una de las tres funciones de la moneda (en este caso sería reserva de valor) y en la segunda el dólar adoptaría las tres funciones de la moneda de curso legal (se suman medio de pago y unidad de cuenta).

Desde “La Libertad Avanza” se plantea que el dólar cumpla con las tres funciones del dinero (es decir, la opción 2). Esto sin lugar a dudas para muchos argentinos tiene sentido, debido que durante los últimos 30 años quienes apostaron al peso perdieron.

La tasa de interés siempre corrió por detrás de la inflación. Tuvimos eventos de devaluaciones graduales y abruptas, congelamiento de depósitos y cepos. Nuestra moneda no paró de perder valor frente a la divisa norteamericana y el proceso de adopción del dólar parece ser una de las opciones más viables.

¿Qué aristas se evalúan hoy frente a una dolarización de la economía?

A favor:

• Desaparece la emisión monetaria: una dolarización no elimina el déficit fiscal.
• Se evita el riesgo de devaluación: se eliminaría la inflación
• Fin de la Volatilidad Monetaria: le brindaría estabilidad a los precios y facilitaría la toma de decisiones económicas. Ejemplo: la ley de alquileres sancionada para resolver el problema que la política no puede resolver, la inflación, y lo deriva al mercado regulándolo en forma ineficiente. La indexación de contratos se simplificaría con una moneda estable.
• Mayor confianza y credibilidad: la dolarización generaría más confianza tanto en el ámbito nacional como internacional. Los inversores y los agentes económicos se sentirían más seguros al realizar transacciones y realizar inversiones en una economía dolarizada.
• Menor riesgo cambiario: al eliminar la moneda nacional y utilizar el dólar, se evita el riesgo de devaluación y fluctuación cambiaria, lo que puede facilitar el comercio internacional y atraer inversión extranjera directa.
• Crédito: aumentaría el ahorro doméstico abaratando el crédito provocando mayor inversión a largo plazo.

En contra:

• Caída del poder adquisitivo al dolarizar: los salarios caerían rápidamente debido a la tasa de conversión entre el peso y el dólar. Sin embargo, los procesos de dolarización también han mostrado que el salario en dólares de aquellos países que adoptan este esquema crecieron en el tiempo.
Habría distorsión del sistema de precios internos porque los valores estarían a precios internacionales y los bienes de consumo se volverían más caros (además de la inflexibilidad de los precios de la economía ante aumentos o caídas de la productividad). Para muchos, esto no es negativo porque obliga a mejorar la productividad de la economía en términos reales y no devaluando la moneda propia frente al país con el cual competimos en los mercados.
• Pérdida del “Señoreaje”: al renunciar a la emisión de su propia moneda, el país pierde los ingresos asociados al “señoreaje”, que es el beneficio económico derivado de la emisión de moneda. Esto es justamente el motivo por el cual la “dolarización” gana adeptos. El Gobierno de turno no puede emitir para financiar sus vacíos fiscales de manera indiscriminada.
• Desafíos de transición: la transición hacia la dolarización puede implicar costos significativos, incluyendo la necesidad de cambiar los sistemas y contratos monetarios existentes, adaptar los precios relativos y educar a la población sobre el uso de una nueva moneda.
Aumento de la pobreza debido a la redistribución del ingreso y pocas herramientas para contrarrestar shocks externos.

¿Qué pasó en otros países que dolarizaron?

Al evaluar el caso de otros países que aplicaron la dolarización podemos tomar al menos 3 ejemplos:

• Panamá: Es un país que desde 1904 convivió con el dólar como moneda de curso legal que fue adoptado debido a su relación comercial con EEUU. La economía panameña despegó en 1999, después que el canal de Panamá pasó a manos nacionales. Su PBI per cápita es de US$ 13.921, el desempleo se encuentra en un 10% y un nivel de deuda de más del 50% del PBI.
• El Salvador: comenzó en el 2000, motivado por su relación comercial con EEUU debido que era una condición necesaria para los futuros tratados de libre comercio con aranceles cero (antes de esta medida, la economía del país era estable).
El nivel inflacionario en el país es de un dígito por más de una década. Su deuda externa es del 83% del PBI. Tiene dependencia de las remesas que se envían del exterior (se dice que el principal producto de exportación son los migrantes).
• Ecuador: el país también adoptó esta receta en el 2000, después de una fuerte crisis hiperinflacionaria.
La dolarización provocó la caída fuerte de los salarios en dólares en los primeros 2 años y hubo complicaciones políticas. Actualmente mantiene una inflación de menos de un dígito. A su vez, el PBI per cápita es del US$4.134 y creció un 16% en los últimos 23 años. Su nivel de pobreza está por debajo del 25% y el nivel de deuda externa es de un 56% del PBI.

Del peso argentino al real brasileño

A su vez, el diputado nacional Martín Tetaz, del ala radical de Juntos por el Cambio, planteó adoptar en la argentina la moneda de nuestro mayor socio comercial como es Brasil (actualmente tiene un PBI per cápita de US$ 7.563).

Si el país decidiera converger su peso con el real brasileño, habría una serie de posibles pros y contras.

A favor:
• Eliminación del riesgo cambiario: la convergencia podría eliminar las fluctuaciones cambiarias entre el peso argentino y el real brasileño, lo que facilitaría el comercio bilateral y reduciría la incertidumbre para las empresas que operan en ambos países.
• Estabilidad económica: al unificar las monedas se podría buscar una mayor estabilidad económica en la región. Esto podría ayudar a controlar la inflación y promover confianza entre los inversores.
• Integración económica: la convergencia real-peso fomentaría una mayor integración económica entre Argentina y Brasil, facilitando el flujo de bienes, servicios, inversión y mano de obra entre ambos países.
• Mayor fortaleza en los mercados internacionales: la unificación del peso y el real podría generar una moneda más fuerte en los mercados internacionales, lo que podría mejorar la capacidad de negociación y la competitividad regional.

En contra:
• Pérdida de soberanía monetaria: con una fusión peso-real Argentina perdería su capacidad de establecer políticas monetarias independientes, lo que podría limitar su facultad para hacer frente a los desafíos económicos internos y externos de manera efectiva.
• Diferencias económicas y fiscales: Argentina y Brasil tienen economías y políticas fiscales diferentes. La convergencia requeriría ajustes significativos en sistemas tributarios, regímenes de seguridad social y otras políticas económicas, lo que podría ser complejo y generar tensiones.
• Desafíos políticos: la concurrencia monetaria requeriría una fuerte coordinación política y una voluntad política compartida entre ambos países. Desacuerdos o conflictos en el proceso de convergencia dificultarían una implementación exitosa y generarían tensiones bilaterales.
• Impacto en sectores económicos específicos: algunos sectores de la economía argentina y brasileña podrían verse afectados de manera desigual por la convergencia. Por ejemplo, las industrias exportadoras locales podrían enfrentar desafíos de competitividad frente a las empresas brasileñas en el mercado internacional.

 

¿Qué pasó?

Argentina no tiene moneda. Pasamos por tres estadíos para llegar al límite actual:

1- Aumentaron impuestos para financiar el déficit fiscal hasta detener la inversión privada y la posibilidad de expansión de los emprendimientos privados que dan crecimiento sostenido a la economía.
2- Se endeudaron en los mercados externos hasta quedarnos sin crédito internacional por falta

La entrada ¿Otra moneda?: Dólar, real o peso, ¿hacia dónde va el próximo Gobierno? se publicó primero en Primera Edición.

Fuente: https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100706724/otra-moneda-dolar-real-o-peso-hacia-donde-va-el-proximo-gobierno/

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