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Alertan que la caza furtiva es el principal problema de conservación de la selva

A pesar de las campañas de concientización llevadas adelante por las oenegés ambientalistas y el arduo trabajo que realizan a diario guardaparques provinciales y nacionales, la caza furt...

A pesar de las campañas de concientización llevadas adelante por las oenegés ambientalistas y el arduo trabajo que realizan a diario guardaparques provinciales y nacionales, la caza furtiva no cesa en todo el norte del país. De hecho, en Misiones, se ubica como la principal amenaza en cuanto a la preservación de áreas protegidas.

El guardaparque Damián Domínguez, quien se desempeña en el Parque Nacional Iguazú, se refirió a esta problemática en diálogo con Radio Nacional Iguazú e informó que hace apenas dos meses los trabajadores presenciaron un tiroteo desatado por cazadores clandestinos dentro del área protegida

“El Parque tiene más de 67.000 hectáreas y uno de los trabajos más importantes que tenemos es el control y fiscalización de la extracción de recursos naturales de la selva. En este punto toma protagonismo la caza furtiva, que es lo que más sufrimos en este sector”, resaltó Domínguez.

Reconoció que aunque llevan la cuenta de los kilómetros recorridos y de la cantidad de puestos desarmados, “es difícil controlar todo y tener una estadística certera porque el personal es escaso, y cada vez que entramos a la selva se encuentran campamentos de cazadores, pero desconocemos el total de las especies que están matando”, lamentó.

Otro de los obstáculos que indicó se relaciona con la poca difusión que tiene esta problemática a nivel institucional y mediático: “Si bien las oenegés buscan visibilizar, la cantidad de caza furtiva que hay en Misiones es un problema que no se muestra mucho de parte del Estado”.

 

Tiroteo en la selva

“Hace dos meses un grupo de guardaparques sufrió un tiroteo y eso ni siquiera se supo, no salió en ningún lado. No es un flagelo que se haya acabado, pero sí se habla poco de ello”.

Si bien Domínguez no estuvo en ese momento, describió que afortunadamente ningún trabajador resultó herido y ninguno fue apuntado de manera individual, aunque la balacera sí fue contra el grupo.

A su vez, explicó el procedimiento: “Primero se da una voz de ‘alto’, y si la reacción no es positiva nosotros retrocedemos, no reaccionamos a eso. En esa ocasión, los cazadores abandonaron el sitio disparando tiros al aire”, relató.

“No es algo a lo que estemos acostumbrados, de hecho no pasaba hace mucho tiempo”, informó el trabajador, y aclaró que “generalmente esas personas huyen cuando nos escuchan caminar por la selva, porque se resguardan en sus puestos de caza y permanecen en silencio”.

En esta instancia, precisó que su labor es “desmantelar esos puestos y destruirles el campamento”, es decir, complicarles el circuito de caza.

 

“Los recursos no alcanzan”

Domínguez destacó el trabajo en conjunto que se lleva adelante entre guardaparques, Gendarmería, la Policía militar de Brasil e integrantes del Parque Provincial Península y el Parque Provincial Urugua-í.

Sin embargo, a pesar del apoyo integral y todo el trabajo que desarrollan a fin de combatir la caza furtiva, admitió que no hay recursos ni personal suficiente para que los procedimientos sean más amplios y puedan llevar un recuento específico de la actividad.

“No siempre todos los recursos están disponibles, muchas veces las fuerzas no nos pueden acompañar; desde el lado de Argentina tenemos que trabajar con Gendarmería y la Policía Federal, quienes nos dan una mano muy grande, pero a veces tienen que atender otros asuntos y se complica el patrullaje”, contó el guardaparque.

 

Mercado de especies silvestres

Consultado acerca de los animales que son cazados, Domíguez precisó que principalmente se comercializa “la carne de los grandes herbívoros, como las dos especies de pacaríes, el de collar y el labiado; los venados y el tapir. Cabe mencionar que también hay épocas de pesca fuerte”, apuntó el guardaparque.

Entre los tiroteos y en su afán de atrapar al animal que buscan, en ocasiones los cazadores terminan matando a otras especies indispensables. “Caminando selva adentro hemos encontrado pumas muertos a balazos, porque quisieron matar a otro animal y le terminan dando al puma”, agregó Domínguez.

Por supuesto, si los cazadores prefieren ciertas especies es porque hay un importante mercado consumidor. Según explicó, “en el norte de Argentina y en gran parte del país está latente el comercio de carne silvestre que cuenta con su circuito de consumidores que se fomenta constantemente”.

 

Compromiso diario

Los guardaparques que se desempeñan en el área protegida del Parque Nacional Iguazú cumplen tareas de fiscalización y control. Además, fuera del predio, también se encargan de todo lo vinculado a la prevención, concientización de la población y resguardo de la selva.

Por este motivo, Domínguez hizo especial énfasis en la problemática de la caza furtiva constante, porque es la actividad principal con la que lidian cada día.

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Fuente: https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100669757/alertan-que-la-caza-furtiva-es-el-principal-problema-de-conservacion-de-la-selva/

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